Hiperinflación en Venezuela. ¿Que es y cómo sobrevivir a ella?

Hiperinflación en Venezuela.  ¿Que es y cómo sobrevivir a ella?

Para todo el que vive en Venezuela actualmente, 2016 quedará marcado con una palabra: inflación. Las políticas económicas del gobierno que, siendo lo más amables posibles, han sido erradas, combinadas con la destrucción de la capacidad productiva del país, la impresión de bolívares inorgánicos, el gasto público sin control y la caída de los precios del petróleo, han llevado a la mayor alza de la inflación registrada en nuestra historia venezolana. No en vano, el Banco Central de Venezuela (BCV) “repentinamente” trata las cifras oficiales de inflación (que este organismo debe dar mensualmente por ley) como si fuese secreto de estado, no dando la cifra correspondiente al año pasado y debiendo conformarnos con estimaciones no oficiales. Por este motivo, son muchos los que opinan que Venezuela se ha convertido en un caso más de Hiperinflación, o que, mínimo, estamos a las puertas de esta; debido a esto, vamos a definir primero qué es la Hiperinflación, que es lo que generalmente sucede en ella, y que podemos hacer los venezolanos para protegernos, en la medida de lo posible, del colapso del valor del Bolívar.

¿Qué es la Hiperinflación?

Lo más importante de todo es que sepamos claramente qué es la hiperinflación, y para esto existen dos principales definiciones para este fenómeno: la primera, cuando la tasa de inflación es superior al 50% mensual, según un artículo de 1956 de Philip Cagan; y la segunda, cuando la inflación interanual (variación de los precios de un mes determinado con el mismo mes del año precedente) es superior al 500%, según Reinhart y Rogoff en 2011.

Dado que el BCV no ha dado cifras oficiales de inflación, y para evitar usar las dadas por cualquier fuente poco confiable de las que abundan en internet, tendremos que basarnos en las cifras dadas por los que considero, son las únicas fuentes confiables que tenemos disponible. Así, el Fondo Monetario Internacional estimó que la inflación venezolana de 2016 fue de 720%, mientras que Ecoanalítica la estima en un 511,3%; esto nos da una inflación mensual entre el 42,61% al 60%, por lo que según la primera definición dada en el párrafo anterior, Venezuela está al borde de caer en Hiperinflación, si es que no estamos ya en ella.

¿Qué sucede cuando hay Hiperinflación?

Cuando un país cae en hiperinflación, se empieza a observar una serie de comportamientos en la población, que generalmente incluye que:

  • Los negocios cambian constantemente los precios de los productos, en los peores casos varias veces al día.
  • No existe incentivo para el ahorro, ya que la pérdida constante del valor de la moneda lleva a la población a gastar rápidamente su sueldo en bienes de consumo duraderos, como electrodomésticos para no perder su poder adquisitivo, aun si no necesitan estos bienes. En el caso específico de Venezuela, dado los altos costos y empobrecimiento de la población, muchos solo pueden usar sus ahorros en gastos y alimentos, ante la dificultad (o imposibilidad) de comprar cualquier otra cosa.
  • Se empieza a observar que el valor de los productos se cuantifica en una moneda extranjera estable (en nuestro caso el dólar estadounidense), dándose incluso una “dolarización espontánea” de la economía, ante la preferencia de las personas de mantener sus ahorros en dólares y de realizar, en lo posible, sus transacciones en dicha moneda.
  • Llegados a este punto, las autoridades pierden el control de su política monetaria, y la moneda nacional (los Bolívares, en nuestro caso) acaba en un proceso que la vuelve irrelevante, trayendo consecuencias desastrosas para la población, que ve sus ahorros destruidos, y ven sus ingresos perder valor tan pronto los reciben.

¿Cuáles son los ejemplos más conocidos de Hiperinflación?

En la historia, se reconocen 56 casos de hiperinflación, siendo probablemente el más conocido el que sufrió Alemania luego de la Primera Guerra Mundial, donde 2 millones de Marcos Alemanes apenas representaban 1 dólar estadounidense en 1920. Hungría, por su parte, tiene el récord de la mayor tasa de hiperinflación registrada, con unos 41,9 trillones por ciento alcanzado en 1946, mientras que Zimbabwe es el más reciente, con una inflación de 7.960 millones por ciento alcanzada en 2008.

América Latina, por su parte, aunque ha sido afectada por altos niveles de inflación, son pocos los casos de Hiperinflación registrados. De esta forma, Bolivia alcanzó en septiembre de 1985 un 183% mensual y cerca de 60% al año, mientras que Brasil sufrió en marzo de 1990 una inflación mensual de 82,4%, y Perú, en agosto de 1990, llegó al 397%. Países como Argentina, Chile y Nicaragua también llegaron a experimentar hiperinflación.

¿Cómo protegerte ante la Hiperinflación?

  • No guardes Bolívares: La gracia de una economía que cae en hiperinflación es la pérdida constante y rápida del valor de la moneda nacional. Por ende, no es recomendable, ni tiene sentido alguno, ahorrar tus bolívares en el banco o en algún otro instrumento financiero, ya que estos perderán valor rápidamente. Inviértelos o gástalos, pero no los guardes. Limita tus bolívares a lo necesario para tus gastos corrientes y por motivos de precaución.
  • Endéudate en Bolívares: Así como ahorrar bolívares no tiene sentido en este momento, endeudarte en bolívares es una buena opción, preferiblemente si usaras dicha deuda para invertirla, ya sea para cambiarla a dólares u otra moneda extranjera fuerte, o en algún bien que conserve su valor frente a la inflación.
  • No te endeudes en Moneda Extranjera: Al contrario de endeudarte en bolívares, cuyo valor de la deuda disminuye al ritmo de la inflación, hacer lo mismo en moneda extranjera te dará el efecto contrario: a medida que aumente la inflación (y en nuestro caso, la tasa de cambio) la deuda en moneda extranjera subirá al ritmo de la inflación y de la tasa de cambio. Evítala siempre que puedas.
  • Para quienes pueden invertir: Una opción inteligente para quienes tienen la posibilidad de invertir es comprar oro, joyas, obras de arte, o cualquier otro bien cuyo valor esté protegido de la inflación. Y en lugar de comprar oro físico, puedes comprar acciones de oro en un Fondo Mutuo de Negocios en una Bolsa de Valores que posea lingotes de oro. Otra opción es invertir en empresas que producen bienes y servicios que se protejan naturalmente contra la inflación, como los productores de bienes esenciales como la energía o servicios esenciales como las telecomunicaciones, que, dada su importancia vital para nuestra sociedad moderna, se protegen contra la hiperinflación. También puedes comprar Bonos de Serie I, que cuentan con una tasa de interés fija ajustada automáticamente con respecto a la inflación, pudiendo comprar bonos desde $25 hasta $5000 al año (con intereses acumulables durante la vida del bono y que se pagan al canjearlos), o compra valores del Tesoro Protegidos Contra la Inflación, que se ajustan a la inflación y pagan dos veces al año con un tipo de interés fijo.
  • Para quienes no pueden invertir: Lo primero que debes hacer es un presupuesto familiar que te permita definir en qué se gasta detalladamente el dinero, desde los gastos cotidianos hasta los periódicos (como los seguros de la familia) o eventuales (como ir al cine, por ejemplo), junto a cuantos son los ingresos totales. Definido esto, puedes concluir si estás en déficit (que gastes más de lo que ingresa) o en superávit (que ingresa más de lo que gasta), y podrás decidir qué gastos conservar (como el seguro de la familia, por ejemplo) y cuales eliminar (cómo comer en la calle o ir al cine, por ejemplo) para tener un presupuesto sostenible. Para mejorar tus finanzas, deberás convertirte en un buscador de ofertas, conocer donde son las promociones, los mejores sitios para comprar y los mejores precios, dándole prioridad a la utilidad por sobre la marca a la hora de comprar. Si tienes excedente de dinero, es recomendable que inviertas en educación, ya sea estudiando un postgrado, cursos de idiomas o cualquier otra cosa que te haga más competitivo en el mercado laboral. Tampoco olvides adelantar las compras necesarias, aquellas que sabes que vas a necesitar y que hoy encontrarás más barato que mañana debido a la inflación (por ejemplo, quien trabaje con su carro puede adelantar gastos asociados al vehículo); tampoco olvides comprar bienes duraderos y semidurables, y no olvides, lo que hoy se ve caro en un par de semanas puede no serlo.
  • Usa correctamente tu Tarjeta de Crédito: Limita tu tarjeta de crédito para casos de emergencia o cuando tengas seguridad de que tendrás un ingreso en el futuro, pero no para “tapar huecos” constantemente. Ajusta tu nivel de vida a la realidad actual, no uses la tarjeta de crédito para mantener tu actual nivel de vida a costa de endeudarte.
  • Aprende o usa alguna habilidad que te sea útil: Al caer en hiperinflación, es normal que una consecuencia sea el uso del trueque en vez del dinero en efectivo para acceder a bienes y servicios. Por ende, si posees alguna habilidad (como plomería, reparar computadores, tejer, etc.), puedes cambiar esto por algún otro bien o servicio, evitando que tengas que gastar el dinero. Si tienes un jardín grande, úsalo para plantar hortalizas y cambiarlos por otros bienes y servicios.

En conclusión

La economía y sociedad venezolana se han visto afectada, cada vez con mayor gravedad, debido al alza de los precios. Somos una sociedad que ha visto su imagen de país rico y próspero destruida en sólo un par de años, que ha tenido que cambiar muchas costumbres a medida que la inflación ha obligado a priorizar gastos, a perder comodidades para poder sobrevivir. Y lo más trágico, es que hay sectores cada vez mayores de la población que ni eso pueden hacer para sobrevivir conservando un estilo de vida digno, cuyos sueldos no les alcanza ni siquiera para cubrir tres comidas al dia. Por esto, la lección más importante que al final debemos tener de esta crisis hiperinflacionaria que sufre Venezuela es: no pierdas el tiempo ahorrando en bolívares, gasta en lo estrictamente necesario, invierte en algo que no pierda valor frente a la inflación, o en el peor de los casos, prioriza en lo que necesites para sobrevivir, sin olvidar que mientras dure esta crisis hiperinflacionaria, los precios de mañana serán siempre más caros, compra lo que necesites y puedas hoy.

Fuentes