Resident Evil: ¿Lo peor de Netflix? [Análisis]

Resident Evil: ¿Lo peor de Netflix? [Análisis]
El siguiente artículo es el guion de este video, que puedes ver aquí.

Desde que los videojuegos se convirtieron en una industria millonaria, el deseo de adaptarlos a otros medios ha estado presente, habiendo muchos ejemplos, la mayoría de ellos malos, que lo han intentado a lo largo de las décadas. El ejemplo más famoso de esto, o el más infame si le preguntas a los jugadores, es la saga Resident Evil que, tras 6 películas live action dirigidas por Paul W. S. Anderson, se ha vuelto un ejemplo de películas taquilleras, que al mismo tiempo son odiadas por los fans de los juegos.

Pese a este rechazo de los jugadores, Constantin Film, los productores detrás de los live action en el cine, siguen decididos a explotar una licencia que, pese a su dudosa calidad, les ha generado 1200 millones de dólares en ingresos, sumando la taquilla de todas las películas estrenadas hasta la fecha.

Con estas cifras, no es raro que quieran seguir explotando la saga Resident Evil, por lo que una vez concluida la sextologia de Paul W. S. Anderson, trataron de crear nuevos proyectos, siendo el primero un reboot llamado Welcome to Raccoon City en 2021, que terminó siendo un fracaso en taquilla, y que continúa este 2022 con Resident Evil, la serie de Netflix que, en sus 8 episodios, ha recibido un odio absoluto por parte de los fans, en ocasiones mayor que la sufrida por la saga protagonizada por Milla Jovovich.

Ante este panorama desolador, decidí darle una oportunidad y ver la serie de Netflix, por lo que hoy les hablaré (con algunos spoilers) si realmente es un desastre tan grande como afirman muchos en las redes sociales o, por el contrario, en una saga repleta de adaptaciones mediocres, esta se convierte en la mejor (o al menos la menos mala), hasta la fecha.

BIENVENIDO A NUEVA RACCOON CITY

Resident Evil (la serie) nos cuenta la historia de Billie y Jade, las hijas adolescentes de Albert Wesker, en dos tiempos diferentes: el 2022 y el 2036. En el “pasado”, vemos como las hermanas gemelas y su padre, se mudan a la ciudad de Nueva Raccoon City (que me da tanta confianza como ir a vivir a Nueva Chernobyl), siendo esta una comunidad planificada de la Corporación Umbrella para que sus empleados vivan y trabajen, donde las dos chicas descubrirán los terribles y oscuros secretos sobre su origen, su padre, Umbrella y la terrible arma biológica conocida como Virus-T.

En el “presente” del 2036, tras la liberación del Virus-T, la mayor parte de la humanidad se convirtieron en zombies, dejando apenas unos 300 millones de refugiados, que viven en ciudades-estado amuralladas y otros asentamientos, viendo la lucha de una Jade ya adulta por descubrir una forma en que los sobrevivientes convivan con los zombies, al tiempo que huye de la persecución de la Corporación Umbrella que, gracias a su poder y armamento, se ha convertido en la organización más poderosa del mundo, y están decididos a capturarla.

Antes de profundizar en el tema, hay que hablar del elefante en la habitación: pese a la opinión de muchos en las redes sociales, que odian esta serie, casi al grado de considerarla crimen de guerra, yo personalmente la disfruté, al grado de considerarla la mejor adaptación de la saga hasta la fecha, y antes de que encienden sus antorchas, y me critiquen en los comentarios, vamos a explicar el porqué.

Una cosa que yo aprecio de toda buena película o serie, es que tenga una trama bien narrada, que tenga coherencia dentro de su narrativa, y me sumerja en el mundo que me propone, aun si, en el caso de las adaptaciones, existen más o menos diferencias con respecto al material original.

Por esto, cuando Resident Evil inició su saga cinematográfica en 2002, la primera película me agrado, ya que pese a no adaptar directamente ningún videojuego, y no ser una gran obra maestra del cine, sentí que capto bien la idea central de los juegos originales de PlayStation 1: un grupo de protagonistas encerrados en un laboratorio, rodeados de una enorme cantidad de zombies y monstruos, limitados en armas con que defenderse, que deben recorren sus pasillos para encontrar que sucedio ahí dentro, encontrando alguna forma de sobrevivir a sus ataques mientras, poco a poco, van cayendo los miembros del equipo.

Incluso Resident Evil: Apocalypse de 2004, aunque perdió calidad, al darle protagonismo a una Milla Jovovich con superpoderes, en detrimento de una Sienna Guillory, quien dio vida a una fiel versión de Jill Valentine, todavía está dentro de lo que puedo tolerar ya que, pese a sus libertades creativas, respeta el concepto detrás de los videojuegos de Resident Evil 2 y 3: una ciudad destruida por los zombies, donde hay que sobrevivir y huir antes de que todo sea destruido, en una historia que no oculta su inspiración en “El Amanecer de los Muertos” de George A. Romero.

No es sino hasta Resident Evil: Extinction de 2007, donde la saga fue en una cuesta abajo, donde ni el propio Paul W. S. Anderson se molestaba en mantener la continuidad de su historia, una que era inexistente, al solo ser un montón de escenas épicas para hacer brillar a su esposa Milla Jovovich, y que su fidelidad a los juegos solo alcanzaba para darle nombre a algunos personajes secundarios sin importancia, y para utilizar escenas sueltas de los juegos para las escenas de acción.

Las películas de Paul W. S. Anderson llegaron a tal grado de absurdo y sin sentido con el Resident Evil: Retribution de 2012, que de facto me negué a ver The Final Chapter de 2017, y ni siquiera le di una oportunidad al reinicio de la saga con Welcome to Raccoon City en 2021 que, pese a prometer ser más fiel a los juegos, el propio trailer me alejo, al sentirse como una película barata.

Aquí es donde siento que la serie de Netflix brilla, ya que esta si pretende contar una historia, y no ser una mera excusa para escenas de acción rimbombante.

Claro, esto no es igual a que sea una obra maestra de la televisión, o la mejor trama basada en videojuegos en la historia (ese honor se lo queda Arcane), ya que es una serie repleta de clichés: la enorme empresa malvada, ridículamente poderosa, que solo busca hacer dinero, combinada con una historia de zombies en un mundo apocalíptico tipo Mad Max, que cae en todos los giros argumentales típicos de esta clase de historias.

Pese a esto, yo soy fiel defensor de que lo importante no es ser lo más original, sino saber usar los clichés conocidos, para así armar una historia que funcione, y le dé al público 8 episodios que entretengan más de lo que molesten.

En este sentido, la trama, que busca ser una historia original inspirada en Resident Evil, puede que no sea la más original del mundo, al tratar de dos hermanas que solo se tienen la una a la otra para quererse y cuidarse mutuamente, pero que pasan cosas que las separan, y las llevan a tomar caminos separados, pero funciona, aun con los clichés y giros argumentales predecibles, ya que consigue lo que se propone: mostrarnos la vida y obra de Jade y Billie en dos puntos diferentes de su vida, y que te interese, aunque sea un poco, el saber que les pasara.

Aquí es donde están dos de mis actrices favoritas de la serie. En primer lugar, Tamara Smart como la joven Jade, ya que hace muy bien el papel de la hermana extrovertida, que se preocupa mucho en cuidar a su hermana Billie, que es interpretada por Siena Agudong, quien logra muy bien darnos al personaje introvertido, pero de buen corazón, que poco a poco va cambiando.

Incluso la trama en el 2036 post-apocalíptico funciona a su manera, aunque es innegable que es la menos interesante de la serie, al ser la enésima historia de zombies en el centésimo mundo ya destruido por la “destruye mundos genérica” del momento, por lo que se vuelve una parte de la historia que, aunque cumple su propósito, no nos narra nada que no hayamos visto antes, incluso en esta saga, donde Paul W. S. Anderson ya nos llevó a una Mad Max con zombies.

Esto último es una lástima, porque la historia en el 2036 nos presenta a una adulta Jade Wesker interpretada por Ella Balinska, quien tendrá el papel de Frey Holland, la protagonista del próximo juego de Square Enix, Forspoken, y aunque tiene una buena actuación (para la historia que le han dado), sin duda será una primera mala impresión para muchos, ya que su personaje está en una de las partes más flojas y genéricas de la serie.

Pero si hay un personaje que realmente no me convenció, fue la adulta Billie interpretada por Adeline Rudolph, y no porque la idea de su personaje convertida en una villana no pueda funcionar, ya que yo adoro las historias de buenos personajes vueltos villanos, sino porque la serie hace un pésimo trabajo en pasar de “la buena y tímida hermana” del 2022, a “la villana sadica y asesina” del 2036.

Esto nos lleva al que, considero, es la peor decisión de la serie. Hasta este punto, yo creo que Resident Evil es un sólido “ok a secas tirando a regular”, ya que la trama del 2022, pese a no arriesgar en nada, logra contar bien lo que se propone. El problema viene de la idea de querer contarnos dos tramas separadas, una en el presente, y otra en el pasado, ya que divide la historia, y una termina dañando a la otra.

Con esta decisión, ya sabemos desde el primer minuto que los zombies se van a esparcir por el mundo, que este será destruido por la pandemia, que Jade va a separarse de Billie y Albert Wesker, que a estos dos les va a pasar algo, y que Umbrella va a seguir siendo la enorme corporación malvada, pero todavía más poderosa, y en una trama en el 2022 que, reitero, no es la más original e innovadora del mundo, esto supone quitar la poca sorpresa que nos ofrece esta historia.

Lo peor de todo es que, la trama del 2036 no responde preguntas clave que la misma historia planteo. ¿Por qué se separaron Jade y Billie? ¿Por qué Billie decidió convertirse en una villana al servicio de Umbrella? ¿Cómo Evelyn Marcus terminó siendo un títere de Billie? ¿Porque Jade parece sentirse culpable por el estado actual del mundo? Nada de esto tiene respuestas, ya que la trama del 2022 va por un lado, y la del 2036 va por el otro, con la obvia intención de querer explicar esto en futuras temporadas (que dudo que lleguen), y que nos dejan con una sensación de vacío, al estar toda la temporada con la promesa de recibir unas respuestas que jamás llegan.

Esto causa, además, que la serie realmente no tenga un claro antagonista. Por un lado, en el 2022 nos ponen a Evelyn Marcus como la gran villana de la serie, con un “Albert Wesker” que no sabemos si es confiable o no, mientras que en el 2036 todo eso se va a la basura, al ver que ninguno de ellos importa, porque la verdadera villana será (no sabemos como) Billie.

La historia en el 2022, pese a su simpleza, se siente que tiene un avance real en su trama, mientras que la de 2036 no te responde ni una de las preguntas importantes que plantea, por lo que hubiera sido mucho mejor si la serie entera se hubiera centrado solo en el 2022, y omitiera por completo la trama en el 2036.

Tampoco podemos ignorar que la serie tiene su cuota de decisiones cuestionables, con al menos un par de escenas que son simplemente ridículas, que dan más pena ajena que otra cosa, aunque en mi caso, no fueron suficientes para decir que, solo por estos momentos, la historia al completo sea mala, y me hizo recordar que los propios videojuegos tienen su cuota de momentos absurdos.

Creo que el mayor problema que la serie tiene es que, desde el inicio, Resident Evil es una saga difícil de adaptar, ya que lo que la hace grande no es su historia, que no deja de ser simple en el mejor de los casos, sino su jugabilidad. El survival horror de esta saga es gracias a tener un personaje encerrado en un lugar repleto de monstruos, debiendo recorrer el escenario en busca de la poca munición que encuentre, y de resolver los rompecabezas que le permitan avanzar por el escenario, teniendo que elegir cuándo atacar y cuándo huir para ahorrar la poca munición disponible.

Trasladar la jugabilidad de un videojuego que, por necesidad implica interacción del usuario, a una película, que solo puede contarte una historia, es muy complicado, y de ahí que se haya optado por limitarse a adaptar la trama de los juegos, con más o menos cambios. Y no debemos olvidar que, en esencia, Resident Evil siempre se ha basado en el cine de terror de serie B en unos casos, o en ser Rápidos y Furiosos con zombies en otros (te veo a ti Resident Evil 6), por lo que su historia nunca ha sido una para tomarse en serio por si sola, ni siquiera en las últimas entregas, que han mejorado bastante en el aspecto narrativo.

Y no olviden una cosa. Para bien o para mal, muchas personas conocen a Resident Evil por las películas de Paul W. S. Anderson y las locuras que hacía Milla Jovovich, no por los juegos (sino preguntenle al actor de Albert Wesker). Esto implica que, una adaptación live action de varios millones de dólares, tiene que tratar de complacer al publico fanatico de los juegos, y a los fanáticos de las películas.

La serie de Netflix, pese a sus carencias, está repleto de varios momentos donde se homenajean a los juegos originales, al grado de que, en cierta forma, se busca ser una especie de secuela de los juegos, mencionando eventos específicos, como la batalla final de Resident Evil 5, u homenajean cosas como los rompecabezas ridículos en la casa de Albert Wesker, y que nos demuestran que sus creadores si conocen genuinamente los juegos originales.

El problema es que, al mismo tiempo, tratan de mezclarlo con las ideas y conceptos de las películas de Paul W. S. Anderson, como la corporación Umbrella ridículamente grande y poderosa o los clones de Albert Wesker, lo que nos deja varios momentos y conceptos absurdos que, o son exageraciones con respecto a los juegos, o directamente inventados.

CONCLUSIÓN

Residen Evil de Netflix está lejos de ser la mejor adaptación de videojuegos de la historia, ya que tiene muchos momentos absurdos, tramas que no llevan a ningún lado, y clichés que hacen que, en cierto punto la historia sea predecible.

Peor aún, es la decisión de querer contar una trama en dos tiempos separados, ya que uno es una amalgama de ideas que no aportan nada nuevo que, en el proceso, mata la poca sorpresa que tiene la otra historia, que es más interesante. De hecho, la serie hubiera ganado mucho de estar solo ubicada en el 2022, ya que la trama de Jade y Billie Wesker descubriendo la verdad de su padre y Umbrella, es mejor que el mundo Mad Max con zombies del 2036.

Pero la peor decisión ha sido tratar de mezclar ideas y conceptos de los videojuegos y las películas de Paul W. S. Anderson, ya que lo que se adapta de los videojuegos, que es donde la serie brilla más, se ve opacado por lo de las películas, que siempre han sido genéricas y olvidables, por no decir directamente estúpidas.

Y aunque todo esto, en su conjunto, nos deja una serie que está lejos de ser la mejor adaptación de videojuegos al live action, en mi balanza personal, lo bueno que nos deja la serie supera, por muy poco eso sí, lo malo, ya que cumple con lo mínimo que espero de una historia: que tenga una trama entretenida, y que no piense cada 5 minutos en lo estupido e ilogico de todo lo que sucede en pantalla.

Por todo esto, aunque la serie es regular, y no pretendo ocultar sus defectos, que los tiene y en cantidad, siento que termina como la mejor adaptación de Resident Evil hasta la fecha, básicamente por ser la menos mala a día de hoy, que es distinto a decir que sea buena, he incluso pienso que pudiera ser un primer paso positivo para que, algún día, recibamos una adaptación de Resident Evil que si sea genuinamente buena.